Memoria, experiencia y montaje

Resumen

Partiendo de las cartas recibidas por Tarkovski en el estreno de su
película El espejo y de algunas ideas propuestas en su libro Esculpir el tiempo, este
texto hace una aproximación de los conceptos benjaminianos de narración,
memoria y experiencia a una idea de montaje poético. Tarkovski afirma que
la poesía es la conciencia del mundo. En este ensayo propongo, a partir de
Benjamin, pensar la poesía como la inconsciencia del mundo. Un montaje
poético, para conservar su potencia, no debe partir de lo ya procesado por la
conciencia, pues así estaría transformando potencias en actos cerrados. Cuando
Tarkovski habla de una lógica poética en oposición a una lógica “realista” de la
dramaturgia basada en el enredo, propongo pensar en una falta de lógica cuya
operación del pensamiento se acerca a la experiencia a partir del inconsciente
del mundo. Un montaje poético opera con las impresiones de la memoria y
hace esa operación dejando las marcas del que monta. Las impresiones de la
memoria son olvidos, son fisuras provocadas en el acontecimiento objetivo
por la subjetividad del autor. La subjetividad del autor es el olvido – que
permanece como impresión – del “puro en si” de la cosa narrada.