Metáforas y/o representaciones: inquietaciones, pronombres e identidades

Resumen

En términos de política, uno de los puntos de disonancia vigente es la expresividad lingüística de personas que no se identifican dentro del binarismo de género hegemónico: las identidades no-binarias. Hay avances significativos en cómo las personas no-binarias han existido: provocando su inserción en el imaginario social, en el tejido cultural y en las normas legales vigentes, a pesar de las resistencias en estas esferas cuando cuestionan más allá de lo contra-hegemónico del ser-trans “tradicional” que evocaría, en teoría, una forma binaria de existir. El ser no-binario es polémico en la propia definición del ser, presentándose en la partícula negativa: no muestra lo que es, pero presenta lo que no es – aunque existan definiciones que operan no a través de la negación, como “género fluido”, “gender-queer”, “intergénero”. Muchas veces, de forma racionalizada y estratégica, se utilizan los rastros de la polémica dejada por la discusión lingüística, política, educacional, institucional, epistemológica o cualesquiera otras formas para discutir la viabilidad de una identidad formada de una manera no tradicional y cómo se inserta en el organigrama social – o que discute la existencia de estas formas no binarizadas de género en la sociedad desde siempre, sea la sociedad consciente o no de estas expresiones. Este texto, en tono casi ensayístico, es una manera de usar la polémica lingüística que diversas publicaciones buscan sumar y discutir, aumentando el rastro de polémicas, reflexionando más sobre lo que es una identidad no-binaria y cómo los lenguajes pueden expandir su existencia o reducirla de manera casi mortífera en la esencia que tiene.